Mid-term syndrome

Qué duro se haciendo el curso en las dos últimas semanas.

No sé cuál es la razón, pero este año vuelvo a detectar en estas fechas una bajada aparente de la motivación, la atención, la energía y la efusividad en los alumnos a los que doy clase.

Se acerca noviembre, y cada vez que esto ocurre, me encuentro este fenómeno.

Este hecho que yo denomino Síndrome de mitad de semestre (Mid-term syndrome or Mid-semester syndrome) ocurre aproximadamente a las 7-8 semanas de empezar el curso.

He buscado en ERIC y Google Scholar sobre este fenómeno y no he encontrado nada que cuadre.

Buscando correlaciones, uno puede pensar que algunas pruebas ya han llegado o están a punto de llegar a mis grupos.

Que ha llegado el otoño.

Que baja la temperatura y llegan las primeras lluvias.

Que tienen otras 4 o 5 asignaturas en vez de la mía.

O ha llegado el punto en el que la motivación extrínseca por la novedad, o las ganas de volver a aprender que tenían en septiembre se les ha pasado en parte.

Los alumnos son muy listos.

Me refiero a un tipo de inteligencia que yo denomino inteligencia estratégica: autorregulan su tiempo y su energía, mayoritariamente hacia las disciplinas en las cuáles creen que pueden aprobar o sacar buenos resultados. Y esto se nota mucho cuando llega la avalancha de pruebas en pocas semanas.

En los últimos años, este fenómeno se ha juntado con los primeros resultados en algunos de los grupos.

Para saciar mi curiosidad, llevo un tiempo preguntándole sobre esto a varios grupos, y siguiendo la hipótesis de la autorregulación creo que tengo en clase 3 grupos de alumnos:

  1. Aquellos alumnos que perciben que sus exámenes han sido mejores de lo que ellos esperaban, y que podrían estar bajando el pistón para dirigir sus energías hacia otras áreas que perciban más demandantes
  2. Aquellos en los que sus resultados han sido peores de lo que pensaban, y que podrían estar replanteándose su dedicación, por ejemplo, si se dejan esta asignatura para la extraordinaria
  3. Y habría un tercer grupo, con aquellos que intentan llegar a todo o que independientemente del resultado van a seguir con su ritmo inicial de trabajo

¿Qué hago con esta información? Fundamentalmente dos cosas:

  1. Decirles a los alumnos que es algo normal, que suele pasar en la universidad y probablemente en otras cosas de la vida
  2. Apoyar a aquellos que creo que lo necesitan o que lo demandan

Yo soy el primero que, llegado el momento del curso en el que no se ven llegando a todo, los animo a que escojan y apuesten por sacar holgadamente solo algunas asignaturas, fundamentalmente pensando en la importancia de la asignatura, el esfuerzo que le han de dedicar y las energías que les quedan hasta el final de curso.

Prefiero eso, a que se caigan con todo el equipo.

Sí, también he pasado por situaciones parecidas y no puedo negar que eso me afecte al tomar decisiones cuándo veo que esto aparece en el aula.

¿Y tú qué haces?

¿Has detectado este fenómeno u otro parecido?

Si lo quieres compartir, puedes hacerlo por aquí.

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